La Condromalacia Rotuliana se conoce también coloquialmente como “Rodilla del corredor” y es un síndrome que se caracteriza por el roce que produce la rótula sobre el fémur al moverse. La rótula resulta desalineada.
Es una lesión que afecta al cartílago de la superficie articular de la rótula y por la gran relación que existe entre la rótula y el tendón de inserción del músculo cuádriceps, cuando ocurre esta sesión se ve disminuida hasta en un 30% la fuerza del cuádriceps.
CAUSAS, ¿CÓMO SE PRODUCE?
Esta lesión puede tener un componente degenerativo del cartílago rotuliano por envejecimiento pero también un componente de sobre uso. En los corredores suele afectar a aquellos que realizan esfuerzos muy por encima de sus posibilidades, que llevan algún tiempo sin correr y/o en corredores que abusan de recorridos con desniveles, subidas y bajadas.
Se habla de causas multifactoriales ya que influyen varios factores como la mala alineación de la rótula (rótula elevada), desequilibrios musculares (excesiva tensión en los músculos isquiotibiales y gemelos, debilidad del cuádriceps), procesos inflamatorios, procesos degenerativos, afecciones traumáticas, sobre uso, etc.
La pisada en pronación excesiva favorece también la aparición de esta lesión.
SÍNTOMAS
Se localiza dolor en la rodilla, dolor sordo y profundo en la cara anterior de la rótula. También por debajo y por los lados de ésta. Hay sensación de “arenilla” bajo la rótula.
Este dolor puede aparecer tras estar un tiempo sentado (en el cine, conduciendo…), con el movimiento de flexión de la rodilla máxima (ponerse de cuclillas), bajando escaleras y en la carrera cuesta abajo. Cuando ha evolucionado la lesión, el dolor aparece siempre que se corre independientemente de la pendiente y el terreno. Puede doler incluso en reposo.
PREVENCIÓN
El objetivo para la prevención es equilibrar las fuerzas que recibe la rótula para eliminar la mala alineación. Será necesaria la potenciación del músculo cuádriceps (bicicleta, correr en el agua) y ejercicios de estiramiento de la musculatura del cuádriceps y de los isquiotibiales. Tan importante como la fuerza de un músculo es su capacidad propioceptiva, esto es, su capacidad de adaptación a la postura de equilibrio de manera autónoma. Lo trabajamos con ejercicios de equilibrio.
TRATAMIENTO
El tratamiento consistirá en reposar hasta que no exista dolor y trabajar, mientras tanto, el fortalecimiento del cuádriceps, estiramiento de cuádriceps, isquiotibiales y gemelos, la posible desalineación de la rótula y los desequilibrios musculares. Todo tratamiento vigilado y dirigido por el médico y fisioterapeuta.
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