Antes de empezar debes tener muy encuenta estos cinco consejos.





Frecuencia en reposo
Indica a qué número de pulsaciones el corazón se encuentra en reposo absoluto. Es la frecuencia que tenemos nada más despertarnos, antes de incorporarnos de la cama. Normalmente, la frecuencia de reposo está entre 55 y 70 pulsaciones por minuto. Algunos deportistas profesionales alcanzan valores inferiores a 45.
Por qué es importante para el entrenamiento
Las pulsaciones en reposo son un buen indicador del estado de forma actual. La frecuencia de reposo ideal no es igual para todo el mundo. Por eso que una persona tenga un valor más bajo que otra no significa necesariamente que esté mejor entrenada.
Las pulsaciones en reposo son un buen indicador del estado de forma actual. La frecuencia de reposo ideal no es igual para todo el mundo. Por eso que una persona tenga un valor más bajo que otra no significa necesariamente que esté mejor entrenada.
Frecuencia máxima
La frecuencia cardiaca más alta posible en un esfuerzo máximo. El valor exacto se obtiene con ayuda de unas pruebas de esfuerzo especiales. Para los hombres se aplica la regla práctica de 220 menos la edad, que proporciona un valor muy aproximado. Los buenos pulsómetros tienen funciones que proporcionan una aproximación mejor.
Una prueba alternativa (sólo si tienes un nivel avanzado): 15 minutos de calentamiento; 4 minutos de carrera, bicicleta o natación a ritmo muy fuerte; un minuto a tope; medir las pulsaciones. El método más exacto: una prueba de esfuerzo en un centro especializado (a partir de 50 euros).
Por qué es importante para el entrenamiento
Todas las zonas de entrenamiento están referidas a la frecuencia cardiaca máxima (abreviada FC máx, ver abajo).
Todas las zonas de entrenamiento están referidas a la frecuencia cardiaca máxima (abreviada FC máx, ver abajo).
Frecuencia de recuperación
Indica lo rápido que cae la frecuencia cardiaca después de un esfuerzo. El pulso se mide nada más terminar el entrenamiento, y una segunda vez pasados unos minutos. Después de una hora de ejercicio moderado, la frecuencia cardiaca no suele tardar más de 10 minutos en regresar al valor inicial.
Por qué es importante para el entrenamiento
Cuanto mejor es el estado de forma, más rápido disminuye la frecuencia cardiaca (ver tabla con valores orientativos).
Cuanto mejor es el estado de forma, más rápido disminuye la frecuencia cardiaca (ver tabla con valores orientativos).
Las 4 zonas de entrenamiento fundamentales
Los límites de cada zona de entrenamiento son porcentajes referidos a la frecuencia cardiaca máxima de la persona. Muy importante: el gráfico se basa en valores aproximados obtenidos con la regla práctica.

Recuperación activa
50-65% de la FC máx. Los entrenamientos en esta zona resultan muy ligeros. Aumentan la salud y contribuyen a la recuperación después de un esfuerzo intenso, pero apenas influyen en el rendimiento deportivo.
Capacidad aeróbica
65-75% de la FC máx. En esta zona el esfuerzo se percibe como moderado. La persona puede mantener una conversación sin problemas. Como en esta zona es donde se quema más grasa, resulta interesante especialmente para quienes quieran adelgazar. Además, así es como se consigue más fondo.
Potencia aeróbica
75-85% de la FC máx. El entrenamiento en esta zona suele percibirse como bastante intenso. Apenas es posible ya mantener una conversación. Este tipo de trabajo mejora la potencia aeróbica. También se utiliza en el entrenamiento interválico (alternando con zonas de menor intensidad).
Capacidad anaeróbica
85-100% de la FC máx. Solo si eres un deportista experimentado debes entrenarte en esta zona. El esfuerzo es agotador. La persona jadea y aumenta la acumulación de ácido láctico en los músculos. El entrenamiento en esta zona pretende mejorar la velocidad en competición. Los beneficios en cuanto a resistencia, pasan a un segundo plano.
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